Todas las especies vegetales son nuestras aliadas y amigas porque nos proporcionan el oxígeno que necesitamos para respirar. La fauna está conformada por la totalidad de animales que pueblan la tierra, y constituye una base segura de alimentación que nos suministra proteínas y calorías. El ser humano es un integrante más del ambiente y le corresponde relacionarse con los otros elementos en términos de mutua dependencia y complementación, sin convertirse en único beneficiario de la naturaleza.
Entre los elementos físicos que conforman el ambiente se encuentran: el aire, el suelo, el agua y el clima. Las personas tenemos una gran responsabilidad en cuanto al cuidado del entorno para la supervivencia de las generaciones futuras, es por ello que debemos tener una clara noción sobre lo que debemos hacer para conservarlo. Mediante la educación ambiental podemos aprender en qué consiste la conservación y cuáles son las medidas que podemos tomar para proteger el ambiente.
El patrimonio arqueológico, es un recurso social, cultural y también económico, para su utilización tanto educativa como comercial -esta última de la mano del turismo-, es imprescindible la puesta en valor, es decir su identificación y estimación social. Esto implica que, en el proceso de construcción sociocultural del pasado deben participar diferentes actores sociales, con mayor o menor grado de responsabilidad, pero todos con el compromiso de velar por los bienes culturales, tanto en el aspecto material como simbólico y significativo.
Patrimonio histórico, es el conjunto de bienes, tanto materiales como inmateriales, acumulados a lo largo del tiempo. Estos bienes pueden ser de tipo artístico, histórico, paleontológico, arqueológico, documental, bibliográfico, científico o técnico.
El Patrimonio Artístico, es un bien estimado por los países preferentemente desarrollados como un valor a conservar. Es término genérico al que cada vez se le da más amplitud. Incluye, por supuesto, la arquitectura, e incluso la ciudad histórica. Aunque no siempre homologable con la categoría artística puede referirse a otros bienes materiales históricos que se pueden considerar patrimonio "menor", sin ser aquellos que son encuadrables como patrimonio arqueológico o etnológico. Paralelamente a su valoración hay un esfuerzo por su conservación. En los países desarrollados este esfuerzo suele ser relevante en lo que a dedicación de recursos se refiere, pero no siempre esta regido por criterios que supongan la preservación de un documento que va a permitir leer un pasado, perfilar identidades y, sobre estas, caminar hacia el futuro. Historiadores e intelectuales están llamando la atención para que su valoración sea principalmente sobre estas bases, y no solo sobre motivaciones encaminadas a estimular un progreso económico. Se considera como
Patrimonio Natural, son los monumentos naturales construidos por formaciones físicas y biológicas o por los grupos de esas formaciones que tienen un valor universal excepcional desde el punto de vista estético o científico.
La identidad nacional, por su parte, es una condición social, cultural y espacial. Se trata de rasgos que tienen una relación con un entorno político ya que, por lo general, las naciones están asociadas a un Estado (aunque no siempre sea así).
La identidad nacional es uno de los principales recursos turísticos y se ha convertido en uno de los referentes simbólicos de los valores patrimoniales de una buena parte de las comunidades humanas. Dejando al margen los significados iniciales (“herencia del padre” o el “conjunto de los bienes de alguien, cualquiera que sea su origen”), la palabra patrimonio tiene unos nuevos significados que se acercan a la esencia de la cultura y a la identidad de pueblo. Además a través del turismo las personas se acercan más a su pasado, su ciudad y a valorizarlo.





